miércoles, 21 de enero de 2015

José A. Buesa

SE DEJA DE QUERER.


Se deja de querer...
Y no se sabe porque se deja de querer

Es como abrir la mano y encontrarla vacía
Y no saber de pronto que cosa se nos fue.

Se deja de querer...
Y es como un río cuya corriente fresca ya no calma la sed
Como andar en otoño sobre las hojas secas
Y pisar la hoja verde que no debió caer.

Se deja de querer...
Y es como el ciego que aun dice adiós llorando
Después que pasó el tren.

O como quien despierta recordando un camino
Pero ya solo sabe que regreso por él.

Se deja de querer...
Como quien deja de andar una calle sin razón, sin saber
Y es hallar un diamante brillando en el rocío
Y que ya al recogerlo se... se evapore también

Se deja de querer...
Y es como un viaje detenido en las sombras
Sin seguir ni volver
Y es cortar una rosa para adornar la mesa
Y que el viento deshoje la rosa en el mantel

Se deja de querer...
Y es como un niño que ve como naufragan sus barcos de papel
O escribir en la arena la fecha de mañana
Y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.

Se deja de querer...
Y es como un libro que aun abierto hoja a hoja quedó a medio leer
Y es como la sortija que se quitó del dedo
Y solo así supimos... Que se marcó en la piel.

Se deja de querer...
Y no se sabe porque se deja de querer.



1 comentario:

  1. Y se deja de querer porque el amor se rompe de tanto usarlo, como decía una famosa cantante española,
    Es un poema precioso y con un toque derrotista pero cierto.
    Un abrazo, amigo

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